UN ACCIDENTE PUDO ACABAR CON LA CARRERA FUTBOLÍSTIVA DE PAULO RAMOS
Todos tenemos una historia que contar, buena o mala. Paulo Ramos abrió su
corazón para relatarnos un triste episodio en su vida que lo marcó y que pudo
terminar con su vida que lo marcó y que pudo terminar con su carrera deportiva.
Hace 12 años, cuando jugaba en Deportivo Aviación en la Segunda División, un
automóvil lo atropelló en Lima.
Con 20 años, en ese entonces, salió con unos amigos de su barrio con
dirección a un billar. Ellos caminaban de lo más tranquilo por una de las calles,
riéndose por las chacotas que se hacían unos a otros. De pronto, escucharon el
motor de un carro que se aproximaba a velocidad.
Paulo se encontraba al borde de la pista. Todo fue tan rápido que en
cuestión de segundos sintió el contacto por detrás que lo lanzó unos metros.
Inconsciente fue trasladado al hospital más cercano. Cuando despertó temió lo
peor. Para su suerte solo fue una distensión de ligamentos a la rodilla
derecha.
Si bien no tuvo que ser operado, guardó reposo por tres meses. Fueron los momentos
más difíciles, pues se encontraba atado de piernas para poder jugar o entrenar.
Ésta y otras confesiones del zaguero central en una entrevista que ponemos
a su disposición amigo Galvista para que conozca un poco más del lado humano de
este futbolista.
-Vives para contarlo
“Fue un milagro que no me haya partido la rodilla en ese entonces. Uno
piensa lo peor en ese momento, pero gracias a Dios no pasó a mayores. Ahí me di
cuenta quiénes son las persona que siempre están a tu lado. Para mí es un regalo
de Dios que yo pueda seguir jugando después de ese accidente y entendí el valor
de la amistad.”
-¿Tus padres apoyaron tu
decisión de ser futbolista?
“Mi papá fue marino y quería que siga su carrera, pero la verdad no me veía
como tal. Mi madre, ama de casa, tenía un negocio de dulcería y prefería
mantenerse al margen, aunque siempre me decía que para ella lo más importante
era que sea un hombre de bien y un ejemplo para mis hermanas. Pilar de 31 años
y la mejor de 17 que acaba de ingresar a la universidad.”
-¿Entonces la pelotita pudo
más?
“Creo que uno es consciente de las
condiciones que tiene, lo demostré en mi colegio, terminé la secundaria y dos
años después el profesor Ramón Quiroga me dio la oportunidad de pertenecer al
primer equipo de Deportivo Municipal y posteriormente debutar en el 98.
-¿Qué recuerdos?
"Los más bonitos, ahí conocí al Pocho Durante, al Cabezón Carmona, a Prince
Amoaco que fue subcampeón de la Copa Libertadores con Cristal, Paolo Maldonado,
Alexis Uvillas, Alexandro Morán y Roger Serrano y Eddy Caracas que me enseñaron
mucho.”
-¿Te sentiste marginado al
principio en Gálvez, por el hecho de no ser considerado en el primer equipo?
“Hubo algunos inconvenientes que me afectaron. Yo tenía un pre contrato y
en esa condición llegó conmigo Juan Iriarte. Aparentemente el técnico de ese
entonces (Wilmar Valencia) no nos tenía en sus planes y tomé la decisión de
resolver mi contrato, no sin antes hablar con los dirigentes para no tener
ningún problema con la institución. Iriarte si rompió su pre contrato.”
-Finalmente te quedaste ¿Por
qué?
“Lo tenía claro, si me iba tenía que hacerlo de la mejor manera, no quería
problemas ni menos pelearme con nadie. No pude hablar con los dirigentes por lo
que mientras me decidí a entrenar con la Reserva. Después se pudieron
clarificar las cosas y el 23 de enero empecé a entrenar con el primer equipo.
Hoy puedo decir que de los 33 partidos jugué 30. Las tres ausencias fueron en
dos oportunidades por la huelga de futbolistas que hubo al inicio y otra por
suspensión.”
-¿Qué hay de tu familia?
“Vivo solo aquí, tengo un hijo de diez meses llamado Alonso, vive con su
madre en Estados Unidos donde nació. Ella vino al Perú un par de meses para que
comparta con él, pero como ella estudia acá regresó. Es complicado ver a mi
pequeño seguido, pero mientras haya predisposición de las partes la relación
será buena.”
-¿Cómo te trata Chimbote?
“Todo bien, tranquilo, no he tenido problemas aquí, mi vida es de mi casa
al entrenamiento, del entrenamiento al gimnasio. Soy una persona muy casera que
le encanta la música, si es salsa mejor, me gusta el cine y leer, lo que hace
tiempo no hago.”
-¿Exquisito en las comidas?
“Te contaré que me gusta cocinar, casi toda mi carrera estuve afuera y no me
gusta comer en la calle. Diría que prácticamente desde el 2003 prácticamente
aprendí a cocinar a la fuerza. Creo que me defiendo preparando algunos platos,
te puedo hacer unos buenos tallarines rojos, un estofadito, por ahí una causa o
un arroz con pollo.”
-¿Cómo manejas la chacota?
“El otro día conversaba con Claudio Arrué (preparador físico) y me hablaba
mucho de la tolerancia. Yo vengo a ser uno de los mayores acá, hay chicos de 19
y 20 y es difícil seguirles la corriente, pero les decía que uno como mayor
tiene que ser tolerante con el chico, pero el chico tiene que aprender que hay
una línea de respeto. Mientras todo sea de esa manera las bromas se pueden
sobrellevar.”
-¿A qué jugador admiras en
tu puesto?
“Al brasileño Thiago Silva, por lo que hizo en el Milán y ahora en el Paris Saint- Germain. Me gusta
mucho el juego de Carles Puyol del Barcelona, un futbolista que lo deja todo en
la cancha.”
Con ello nos despedimos de un respetuoso Paulo Ramos, un aficionado a la
mecánica (tiene tíos que trabajan en ese rubro) y un agradecido al técnico Javier
Arce que lo cobijó inicialmente en la
Reserva, para luego ratificarle la confianza en el primer equipo. El defensa
sabe que hoy por hoy cada fin de semana es un examen para él.
PÁLMARES
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