Mientras los dirigentes parecen vivir en una burbuja, el ánimo en el plantel galvista no es para nada bueno, a pesar de la aparente tranquilidad luego del último triunfo, a los dirigentes no les importa nada de lo que ocurra con los jugadores ni los miembros del comando técnico.
Al preparador físico solo le han pagado una parte, y lo peor de todo es que hasta la fecha no tiene ni contrato firmado, siendo esto, responsabilidad absoluta de los directivos que siguen empecinados en mostrar la peor imagen del club.
Pero eso no es todo, en el club hace más de diez días han cortado el servicio de agua, y no hay ni siquiera para lavar la ropa de entrenamiento diario, por lo que uno de los utileros se encarga de llevar la ropa a su casa para lavarla.
Para la rehidratación de los jugadores no hay nada, las bebidas rehidratantes son parte del pasado en Gálvez, donde solo un bidón de agua que lo llenan todos los días, y ni siquiera hay para los vasos con los cuales, los jugadores deben servirse el líquido elemento, pero eso a los dirigentes parece no importarle.
No hay dinero para la movilidad de la utilería, y es posible que la próxima semana no haya los medios suficientes para poder movilizar la indumentaria deportiva para el entrenamiento, es por eso que el profesor ni siquiera puede programar un entrenamiento en Coishco, por el problema del traslado, pero a pesar de eso, todavía hay dirigentes que dicen poner de su bolsillo, y otros que dicen que su bolsillo no saldrá ni un sol para el club, increíble pero cierto. Pobre Gálvez.
Diario de Chimbote
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