Estar dentro de una cancha de fútbol durante 90 minutos y marcar goles es lo que le encanta hacer a Sergio Ibarra; sin embargo, el goleador histórico del fútbol peruano hoy vive un verdadero calvario a merced de su profesión, puesto que su equipo, José Gálvez, le debe a sus compañeros y a él más de dos meses de sueldo y el popular 'Checho' no aguantó más y decidió marcharse del club.
¿Qué ha pasado exactamente entre el club y los jugadores?
Sucede que el presidente del club, Augusto Sipión, nos abandonó hace dos meses sin decir una sola palabra y desde esa fecha no cobramos un solo sol, no hay dinero en el club. Este problema con Gálvez viene desde principios de año, pero ahora la situación se volvió insoportable. Se me parte el alma tener que vivir esto. Antes que ser futbolista uno es ser humano y merece ser bien tratado.
Y, ¿qué sabes de tus compañeros?
Ya se han ido varios jugadores porque no aguantaban esta situación. Hay extranjeros que fueron echados de los departamentos donde vivían, porque ya no les alcanzaba para pagar la mensualidad o que han quedado sin dinero para sobrevivir. Otros han tenido que juntarse entre cuatro o cinco para alquilar un cuarto. Me da mucha pena, ya que hay muchos otros que están a la deriva y no saben qué hacer.
Pero, esto no es nuevo para ti...
En el fútbol peruano es normal este tipo de situaciones, que equipos mantengan deudas con sus jugadores, que dirigentes abandonen el club de la noche a la mañana y nadie dice ni hace nada. Ya lo viví en otros clubes, como en 2010 en Cienciano con Juvenal Silva, pero esto no se compara, porque en Gálvez no dan la cara.
¿Te arrepientes de algo?
Sí, de haber tomado la decisión de jugar en Segunda, porque en Primera uno puede sobrevivir, pero en Segunda casi el 70 u 80 por ciento de jugadores son amateurs y algunos buscan otras cosas que hacer que ayuden a llevar un plato de comida a su mesa.
¿La hinchada apoyaba al equipo?
La gente iba poco al estadio, las taquillas no eran suficientes y lo poco que se recaudaba era para pagar las deudas del club y no las de los jugadores.
¿Hubo otro tipo de ayuda externa?
Sí, pero no funcionó, ya que se abrieron cuentas bancarias de apoyo, pero la gente desconfiaba y no aportaba, debido a que creían que los dirigentes se iban a quedar con ese dinero.
¿Te has puesto en contacto con la Agremiación?
Desde que empezó el problema siempre estuve conversando con ellos y nos apoyan.
¿Qué te aconsejaron?
Lo primero que se puede hacer es mandar una carta notarial al club para que paguen la deuda y si no lo hacen en determinado tiempo, uno queda como jugador libre. La otra opción es rescindir el contrato por mutuo acuerdo, pero si el presidente no está, ¿quién firmará la rescisión?.
¿Qué solución darías para mejorar en este sentido?
Así como hay escuelas para ser director técnico, también deberían existir para los dirigentes, ya que la mayoría no sabe nada de fútbol. Solo se meten en esto porque ven que el fútbol es rentable, lo ven como un negocio. Esto ayudaría a que ellos sepan cómo manejar un club y cómo tratar a sus jugadores.
Por: Richard Perez
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