El domingo 7 de julio de 2013, fue un día histórico para José Gálvez pues por primera vez en su vida institucional se realizaron elecciones democráticas con participación masiva de los socios inscritos en sus padrones. Fue elegido nada menos que Augusto Sipión Barrios, en medio de jolgorio de sus adherentes, de esta manera le ganó en buena lid al presidente de entonces Sandro Bazán San Martín.
Han pasado 365 días, un año calendario, desde que Sipión Barrios llegó a la presidencia galvista y la verdad que hemos sido testigos de la catástrofe del club de la franja, porque no solo el equipo descendió de categoría sino que, además, contrajo una descomunal deuda que prácticamente lo ha puesto al borde del abismo(colapso total) listo para desaparecer del sistema deportivo nacional.
Como antecedente al ya lejano 7 de julio del 2013, solo podemos señalar que Sipión Barrios en ese momento ya era considerado como un deudor principal de la SUNAT y que coactivamente le cobraban más de 110 millones de soles. Es decir credibilidad no tenia, pero aun así sus adherentes se esmeraron para hacer una infame campaña que todos recuerdan y que incluso hizo promesas(ver recuadro), lógicamente todas incumplidas.
Hoy 365 días después el club da verdadera lástima, en su paso por la segunda división profesional. En el análisis solo basta decir que el club, refleja lo que es el presidente Augusto Sipión Barrios como persona. Como persona no ha cumplido con pagar la deuda de la que fue el causante y ahora no cumple con pagar las planillas, porque cuando empezó el certamen oficial lo hizo con un presupuesto totalmente desfinanciado.
Por esa razón el club, en los días actuales, pasa una serie de desavenencias en los trabajos normales de la semana. Los jugadores se han visto en la imperiosa necesidad de salir al frente y reclamar la presencia de Sipión Barrios, lo que significa actos penosos y vergonzosos por el hecho de ventilarse públicamente, pero que a él parece no inmutarle, no interesarle.
Las nuevas reglas, en el futbol establecen con claridad que los clubes deben tener sus arcas saneadas y sus presupuestos financiados. José Gálvez al empezar el certamen de este año 2014, tenía ingresos por televisión, cien mil dólares y el auspicio de Siderperú que había sido rebajado de ocho mil dólares a la mitad, por lo tanto los ingresos eran de 14 mil dólares mensuales, pues el monto de la televisión se paga en los diez meses del campeonato de manera prorrateada.
Todo gerente en cualquier institución tiene que ponerse a trabajar para conseguir recursos, estableciendo un plan para buscar y convencer a los clientes potenciales. José Gálvez vende su imagen, su camiseta y ésta directiva fue incapaz de poder conseguir esos recursos, nunca tuvo un plan para desarrollar esa imagen, nunca tuvo la intención de trabajar de manera ejecutiva para que esos recursos que se habían reducido por el descenso, aumenten.
Sipión, no tuvo mejor idea que hacerle caso a un aventurero que lo convenció para armar un equipo “ganador” y que pelee la punta de la segunda división y puso nombres sobre la mesa atentado contra la realidad económica del club. Como no hizo trabajo gerencial, como no buscó empresas auspiciadoras, como esperó sentado que caiga el dinero del cielo y eso evidentemente, no se produjo entonces no le quedó otra alternativa que recurrir a su billetera y como confiaba en el aventurero, contrató sin saber, sin conocer. Augusto Sipión sabe de fútbol lo que usted amigo lector y quien escribe estas líneas sabe de física nuclear, es decir nada, el resultado no pudo ser peor. Lo vemos semana a semana.
Pero la responsabilidad mayor es el club, al cual él como dijo le iba dedicar un minuto al día, pero no lo hace porqué igual le da, no le interesa en lo más mínimo, por eso lo abandona, mientras inscribe su candidatura en Santa Rosa, Chiclayo. Sus asuntos más importantes se encuentran allá y no aquí. Esos votantes del 7 de julio del 2013 deben reclamarle a voz en vilo, pero no lo hacen, porqué tampoco les interesa.
Fuente: Diario de Chimbote
Foto: Web Galvista
siempre fui de la idea que el tal simplon iba a desaparecer a mi querido galvez no por que no sepa sino por que es su negocio la estafa.
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