De un tiempo a esta parte, los principales escenarios deportivos de Chimbote han sido dejados de lado por las autoridades. Uno de ellos, y quizás el más representativo, es el estadio Manuel Gómez Arellano.
El Instituto Peruano de Deporte (IPD) no pudo tener más a su cargo el coloso chimbotano y lo cedió a la Municipalidad Provincial del Santa (MPS), mediante el Decreto Supremo N°049-2008-PCM que aprueba el “Plan Anual de Transferencia de Competencias Sectoriales de los gobierno regionales y locales”. La transferencia ocurrió en el 2009 -durante el primer gobierno de la alcaldesa Victoria Espinoza- y en el 2012 -cuando gobernaba la provincia Luis Arroyo-, el Gobierno Regional de Áncash, a través de la Subregión Pacífico, invirtió un millón 362 mil 910 soles en el estadio Manuel Gómez Arellano para su mejoramiento. El viejo estadio fue reestrenado el 2012 y José Gálvez disputó un partido del Descentralizado 2013 ante la Universidad César Vallejo por la tercera fecha. Hasta allí llegó el gasto hecho por la Subregión -que en este momento estaba gerenciada por Juan Carlos Gallo Zegarra-, pues el área de Defensa Civil de la MPS, concluyó que el recinto deportivo no cumplía con las condiciones de seguridad establecidas, por lo que recomendó no utilizar sus instalaciones para eventos deportivos oficiales. En junio, se realizó en el recinto deportivo un evento taurino.
Al respecto, el gerente de la MPS, Edgar Tapia Palacios, fue claro. “No hay dinero para hacer trabajos (de mejoras en el estadio); ahora estamos viendo otras prioridades”, remarcó el funcionario.
Diario Correo.
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